sábado, 1 de junio de 2013

LA JURISPRUDENCIA

Según Ulpiano jurisprudencia es “el conocimiento de las cosas divinas y humanas y la ciencia de lo justo y de lo injusto”. Ante todo la jurisprudencia, prudentia Iuris, es la prudencia del Derecho. Según Sócrates la prudencia era la virtud por excelencia y se definía como la inteligencia del bien. Para los romanos era el arte de saber elegir, la esencia del proceder recto y la firme actitud del paterfamilias, trasladado al Derecho. Está basada en la iustitia, dar a cada uno lo suyo, pero también en la utilitas, lo útil y lo que no lo es para satisfacer las necesidades de la vida.

La jurisprudencia era tarea propia de los jurisprudentes. Los juristas romanos no eran abogados ni profesionales del Derecho. Su actividad no estaba dirigida a obtener una ganancia económica, sentían el deber moral de ayudar al amigo y al conocido mediante sus consejos, officium. Los jurisconsultos mantenían fidelidad a lo conseguido por sus predecesores, siendo su característica la continuidad y el tradicionalismo, manteniendo la idea constante de que el fin del Derecho no es ser original y elegante, sino ofrecer justicia y oportunidad.


Etapas de la jurisprudencia romana

La jurisprudencia antigua.- Durante los primeros siglos de la historia de Roma, la jurisprudencia se consideraba tarea de los pontífices, que formaban el más importante de los cuatro colegios sacerdotales y tenían competencia en cuestiones de Derecho sagrado y Derecho civil. Eran intérpretes supremos del fas o voluntad de los dioses y de las antiguas mores que formaban la base del Derecho arcaico. Tenían tres funciones:

- Cavere. Ayudaban a los ciudadanos en la redacción de fórmulas negociables.

- Agere. Elaboración de fórmulas procesales.

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